Quito, Agosto 30, 2009
Ingeniero
Ignacio Lombardi I.
Autoridad Científica CITES para Especies Maderables del Perú
UNALM
Lima, Perú.
Estimado Ingeniero Lombardi:
Con relación a su carta del 16 de julio pasado en la que comenta algunos puntos expuestos en la carta de TRAFFIC de junio 26 dirigida a las autoridades del Ministerio del Ambiente, la DGFFS y el OSINFOR, me permito profundizar en el elemento principal en discusión, que es el de los cálculos de las existencias de caoba cosechable en Perú y sobre el cual se definen cuotas de exportación y permisos:
1) Buena parte de las estimaciones hechas por la Autoridad Científica (AC) sobre existencias de caoba cosechable están basadas en datos consignados en los POA presentados por los usuarios ante el INRENA en los sucesivos años. Uno hechos dramático de la gestión forestal peruana, es la comprobación de que buena parte de la información contenida en la mayoría de dichos POA (no solo los caducados u observados por la administración del INRENA al momento de hacer la AC sus análisis) a partir del 2005 era FALSA luego de las primeras verificaciones de campo. Para el 2007 las verificaciones concluyeron que casi el 80% contenía información inexacta, falsa o incompleta. En resumen, la calidad y veracidad de la información consignada en los POA de los años del 2001 al 2007 no es para nada confiable, y sin embargo la AC los ha utilizado para sus estimaciones poblacionales de caoba, y además para obtener el tamaño de la muestra (50 puntos) para las verificaciones de campo: toda una propuesta metodológica y conclusiones sobre stocks existentes y cosechables, todo, basado en información bastante dudosa por decir lo menos.
Es por lo tanto muy riesgoso basar cálculos de existencias y hacer recomendaciones -sobre los cuales se basan cuotas anuales CITES para la extracción y exportación- en información cuya confiabilidad es MINIMA, salvo que la Autoridad Científica pueda asegurar lo contrario: Que la información analizada de los POAs es confiable y verificable.
2) Si se suman los metros cúbicos exportados por el Perú entre 1994 y 2008 (fuentes: base de datos INRENA, MINAM 2008) se registra un total de 396,680 m³ de caoba en solo 15 años. Aplicando el factor de rendimiento para madera de calidad de exportación (2m³ x árbol de madera calidad exportación; según rendimientos estudio Banco Mundial 2007 con el aval del Secretariado CITES), representa un total de198,340 árboles cortados.
Lo importante aquí es que la cantidad de árboles cortados en 15 años, 198,340 (en una fracción del tiempo de una generación de caoba +/- 70 años) es un 8% superior al total de árboles de DAP ≥ 75 cm que la AC calcula que existen en toda la Amazonía: 184,673 (SINANPE incluido) enfatizando la dudosa calidad de la información de los POAs citada en el punto 1 arriba para calcular las existencias comerciales de caoba en el Perú.
En otras palabras en 15 años se ha consumido mínimo la mitad de la población de árboles de tamaño comercial en el Perú : hoy se supone hay 184,673 árboles + 198,340 cortados desde 1994 = 383,013 árboles desde hace 15 años.
sin contar los árboles talados:
- ilegalmente y nunca registrados por el sistema (una parte exportada a través de o consumida en los países vecinos);
- cuya madera se quedó en el mercado nacional;
- lo que se exportó como productos exentos de permiso CITES;
Sobre las existencias de caoba dentro del SINANPE, vale la pena mencionar la duda sobre la solidez (y origen) del dato de árboles de caoba existentes dentro de las áreas protegidas (46,282) a sabiendas que APs tan significativas y grandes como Pacaya Samiria han sido saqueadas de caoba, y el proceso de tala ilegal del Alto Purus a la fecha (múltiples denuncias en los últimos años) con seguridad ha tenido impactos importantes sobre las poblaciones de caoba.
Además:
- Se resalta en todos los informes que prácticamente no existe regeneración natural.
- Las poblaciones están fraccionadas y aisladas con la consecuente degradación genética (sumada al efecto de la tala selectiva), y que afecta a las siguientes generaciones de caoba (los mapas producidos por la UNALM de existencias potenciales vs. existencias reales dramáticamente reflejan la situación poblacional de la caoba).
- La especie se ha agotado en buena parte de la distribución histórica en regiones muy amplias de Perú, sobretodo Loreto y San Martin (y en todas las demás de presencia marginal en la distribución de la especie como Ayacucho, Puno, Junín, Cuzco, etc.) y en varios sectores anteriormente importantes de Ucayali y Madre de Dios.
- Las dudas son igualmente mayúsculas sobre la información que provee la mayoría de las concesiones y permisos sobre el cumplimiento de planes silviculturales (es decir, no hay manejo forestal– y si no hay manejo ni regeneración ni reclutamiento, no se puede autorizar la extracción comercial).
- No se están dejando suficientes individuos ni espacios necesarios entre árboles semilleros para asegurar la regeneración de las poblaciones de caoba.
Conclusiones
No es posible entonces catalogar como “sustentable” una cosecha de árboles bajo condiciones tan críticas: las alarmantes estadísticas de extracción que se presenta para los últimos 15 años, incumplimiento de la implementación de los PGMF (tratamiento silviculturales), los riesgos asociados a la dudosa veracidad de la información aportada por buena parte de los usuarios, los vacios de información de monitoreo y verificación posterior al aprovechamiento de caoba en permisos y concesiones, la capacidad y tiempo de regeneración de la caoba, los ciclos anuales de corta, los diámetros mínimos de corta vigentes, etc.etc.
Una especie que requiere ciclos de corta en permisos y concesiones de un siglo o más para hacer la actividad sustentable dadas sus características biológicas de lento crecimiento y requerimientos particulares para un reclutamiento efectivo y sobrevivencia, indudablemente necesita estrictas y muy concretas medidas de manejo silvicultural que permitan contrarrestar las limitantes de la especie para un aprovechamiento rentable. Sin embargo, muy poco o nada se está logrando para evitar que la práctica pueda distinguirse de la minería para un recurso que presenta tantos retos para la ciencia forestal y su administración frente al objetivo de lucro que es tan atractivo y poderoso.
Nos hacemos, le hacemos al Perú y a usted en particular como cabeza de la Autoridad Científica (AC) para Especies Maderables en el Perú las siguientes preguntas:
- Hasta cuando la AC va a seguir desconociendo la falta de manejo forestal y seguir dando dictámenes favorables, como se ha hecho para el cupo de exportación del 2009? (basado en el del 2008 y donde la misma AC concluye que se tienen muy pocos POA con una propuesta silvicultural en las parcelas de corta, pero sigue dando dictámenes favorables).
- Se puede asegurar que no están en peligro las poblaciones de caoba en la Amazonía peruana?
- Se están cumpliendo los objetivos y requerimientos obligatorios del Apéndice II de CITES?
La ineludible y difícil de refutar realidad es que: 1) el cálculo de existencias de caoba en el Perú está sobredimensionado (hay muchos menos árboles de los que se calcula); 2) el cálculo de la totalidad de árboles que han sido extraídos en la última década y media esta subvalorado (se han cortado muchos más de los que se calcula); 3) en una fracción del tiempo de una generación de la especie caoba, se ha extraído mas del 50% del total de la población reproductiva; 4) el reclutamiento es muy bajo. 5) la tala ilegal no se detiene. Por lo tanto, la realidad poblacional de la especie es más que preocupante.
Sorprende entonces que la Autoridad Científica CITES continúa planificando, recomendando y avalando cosechas y cuotas sin levantar una contundente voz de alarma, con el liderazgo y autoridad técnica y moral necesaria, que aglutine a todos los sectores que deberían estar interesados en conservar un recurso valioso y estratégico, para que se pongan de acuerdo y eviten su desaparición.
Hasta el momento ha brillado por su ausencia una aproximación basada en la precaución necesaria por tratarse de una especie altamente susceptible a la sobreexplotación ante su realidad bio-ecológica, a la que se suman los enormes márgenes de ganancia que produce su exportación y por ende la motivación de sacarla de donde sea y a como dé lugar por encima de las leyes nacionales y de CITES.
En la actualidad, gracias principalmente al trabajo realizado por la UNALM mas las estadísticas de extracción y exportación disponibles, existe mejor información y antecedentes para evaluar la probabilidad de extinción de la especie caoba, vs. la cantidad de información disponible cuando ésta fue clasificada por el INRENA (DS 043-2006-AG) como VULNERABLE utilizando (parcialmente porque para ninguna especie se enuncian los criterios que validan su categorización en una de las tres categorías de amenaza) las metodologías de la UICN para sus Libros/Listas Rojas: una metodología globalmente aceptada y ampliamente usada para todo tipo de taxones. Lo invito a usted y todas las autoridades a revisar dicha metodología y realizar el ejercicio de verificar el estatus de la caoba en el Perú, ya que nuestro propio análisis apunta a que luego de décadas de extracción desmedida, falta de regeneración como resultado de la ausencia de manejo forestal, sumado a las tendencias socioeconómicas, la especie se puede clasificar como “EN PELIGRO CRITICO” a partir de los Criterios A2 a,d lo cual refleja:
“Una reducción de la población observada, estimada, inferida o sospechada ³80% en los últimos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo, donde la reducción, o sus causas, pueden no haber cesado, o pueden no ser reversibles; basadas en cualquiera de los puntos (a) a (e): a) observación directa; d) niveles de explotación actuales o potenciales.” (los puntos b, c, y e consideramos no aplican)
(texto completo y descripción de la metodología en:http://www.iucnredlist.org/documents/redlist_cats_crit_sp_v1223290226.pdf).
Esta categorización va de la mano con los criterios existentes para incluir especies en los Apéndices de CITES, y la realidad descrita indica que no se cumplen los criterios para que la especie permanezca en el Apéndice II, lo que implica que el Apéndice I o una Cuota Cero para Perú es la opción más responsable (sin que la misma represente una solución a los problemas que enfrenta la caoba, pero por lo menos sin avalar un comercio internacional que para nada garantiza o refuerza prácticas que eviten su agotamiento).
Apreciado Ingeniero Lombardi, enfatizamos nuestra profunda y más sincera preocupación por la situación de la caoba en Perú, un proceso que venimos monitoreando desde hace mas de una década, al que hemos aportado con información y apoyo a procesos como las primeras verificaciones de campo realizadas en el 2005, y que ahora queremos seguir apoyando con nuestro análisis y vos de alerta con miras a evitar que esta especie desaparezca. La situación requiere medidas contundentes para evitar lo predecible en pocos años, y se requiere del liderazgo y voz fuerte y decidida de la Autoridad Científica CITES. Reiteramos nuestra más abierta voluntad de apoyo a todas las medidas que se tomen en el Perú para hacer llevar el uso de sus recursos silvestres a la legalidad y la sustentabilidad.
Cordialmente
Bernardo Ortiz-von Halle
Director
TRAFFIC América del Sur
Copia:
Ing. Miguel de los Reyes Rosas – Director General DGFFS/MAG
Ing. Nélida Barbagelata Directora Gestión Forestal y de Fauna Silvestre DGFFS/MAG
Biol. Richard Bustamante, Presidente Ejecutivo OSINFOR
Ing. Vanessa Verau Ladd - Viceminstra Desarrollo Estratégico MAE
Biol. Maria Luisa del Rio –Directora General Biodiversidad MAE
Biol. Fabiola Nuñez MAE
Ing. Milo Bozovich – Decano FCF- UNALM
Juan Carlos Vasquez – Secretariado CITES
Milena Schmidt - Secretariado CITES
Margarita Clemente - Presidenta Comité de Flora CITES
Biol. Sandro Chavez – Secretaro Técnico, Colectivo Forestal
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