Colectivo Forestal

UCAYALI

Fiscalía no ordenó captura de traficante de caoba de Purús

No se pronuncia y piloto de nave PNP debió viajar ayer a Lima

Tanto la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, como la presidencia de la Junta de Fiscales Superiores del distrito Judicial de Ucayali, pasados 72 horas de haber incautado un cargamento ilegal de caoba proveniente de Purús a bordo de un avión de la Policía, no se pronunciaron sobre los delitos cometidos y menos ordenaron la captura –a quien corresponda- del propietario de la madera que habría incurrido en delito de tráfico ilícito de madera.

Tras la incautación de la madera en el aeropuerto David Abenzur de Pucallpa, la cual fue traída como carga en una nave de propiedad de la PNP y pilotada por el comandante de apellido Ríos Zavala, las investigaciones adquieren secreto de Estado, pese a que en los círculos de los extractores madereros y del terminal aeroportuario, es un secreto a voces la identidad del propietario, quien tiene por costumbre fletar cargamentos de “coca roja”, como se conoce al tráfico ilegal de caoba.

Reporteros de AHORA se constituyeron hasta la dependencia de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, a cargo de Julio César Altez Vera, cuyo personal de vigilancia nos manifestó que teníamos que tener una autorización escrita para ingresar a su sede en la Av. Sáenz Peña.

Igual situación ocurrió en la Presidencia de la Junta de Fiscales Superiores, cuyo titular es César Obando Lora, cuya seguridad nos informó inicialmente que estaba ocupado y luego que había salido en compañía de un representante de la Fiscalía de la Nación de visita en Pucallpa.

Pese al hermetismo con que dichas autoridades vienen manejando el caso, se supo que el comandante Ríos Zavala estaba hasta la mañana de ayer en Pucallpa y que esa tarde tenía previsto viajar a Lima.

Pequeños extractores
De su lado, en un breve diálogo que sostuvimos con representantes de la Asociación de Pequeños y Medianos Extractores de Madera de Ucayali, con sede en Pucallpa, indicaron que solo las autoridades pretenden esconder la identidad del traficante que trae la madera de Purús, cuando todo el mundo lo conoce.

Sin embargo, indicaron que este personaje, pese a ser un conocido traficante de madera no sería el pez grande, sino uno de los tantos existentes, pero no por ello menos trasgresor de la ley. Indicaron que el tráfico ilícito de madera es el resultado de una política de corrupción que alentaría el propio INRENA.

Respecto a esta nueva normativa, que aplica mayores penalidades a los autores del ilícito, el cual cambia la denominación de delito ecológico por el de tráfico ilegal de madera, los pequeños extractores tuvieron puntos de cuestionamientos por cuanto no castigará a los grandes extractos que tendrían presuntas vinculaciones irregulares con el INRENA, sino a los más pequeños.

“Los verdaderos madereros no viven de la tala de la caoba, sino de otros productos a los que pueden acceder. Son precisamente a ellos que perjudicará esa ley”, indicaron.

Diario Regional AHORA